Lleve Su Cruz

Lleva tu cruz 
¿Alguna vez pensaste que tendrías que cargar una cruz? No es de extrañar que tuviera que hacerlo, porque Cristo mismo lo hizo. 
En la Biblia leemos que cuando Cristo iba a ser crucificado, lo obligaron a cargar su cruz. La sangre corría por su cabeza, manchando su rostro. La carne de su espalda fue destrozada por los azotes que le dieron los soldados. Debilitado y en agonía, apenas podía soportar aquella pesada cruz… 
Cristo no se agradó de llevar su cruz al Calvario porque sabía que en ella tendría que morir. Sin embargo, lo hizo para salvarnos.

Tampoco nos es agradable tomar nuestra cruz, pero tenemos que hacerlo para ser salvos.  Escucha, amigo. Escuche la poderosa voz de Jesús: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Marcos 8:34) 

¿Qué significa llevar la cruz? La cruz es un instrumento de muerte. Cristo cargó su cruz y murió en ella. Encontramos nuestra cruz por primera vez cuando llegamos al pie de la cruz de Cristo. Allí nos damos cuenta de que nuestra voluntad se cruza con la de Dios. Al arrepentirnos  y entregarnos a él, morimos con él a nuestros propios deseos carnales. Nos levantamos con él a una nueva vida. Esto es lo que significa “llevar la cruz”. ¿Llevarás esta cruz? ¿Lo llevarás todos los días? Llevar la cruz es crucificarnos cada vez que nuestra voluntad se cruza con la voluntad de Dios. Es continuar en el camino glorioso de Dios. Pero si continúas por el camino de los placeres mundanos, no cargarás con la cruz, sino que la cruz será testimonio contra ti en el juicio final. 

Los dos caminos 

En el camino glorioso Cristo perdona nuestros pecados. En la medida que podamos, debemos restituir, pagar lo robado y corregir las mentiras. Con la ayuda de Cristo vencemos todo vicio. Seguimos fielmente las enseñanzas de la Biblia.  En ese camino, los amigos pecadores se burlan de nosotros. Quizás tengamos que sufrir persecución a causa de la justicia. Pero de todos modos, tenemos que cargar la cruz si queremos recorrer el camino trazado por Jesús. Jesús lo expresó de esta manera: “Si alguno quiere venir en pos de mí (…) que tome su cruz cada día y sígame” (Lucas 9:23). Esto significa que morimos   nuestra voluntad de hacer la voluntad de Dios. Es difícil, pero el mismo Cristo nos acompaña en el camino y nos ayuda, dirigiéndonos a través de la Biblia y fortaleciéndonos a través de los hermanos de una iglesia bíblica. 

En el camino de los placeres mundanos servimos al diablo. Los placeres mundanos nos atan con lazos de malos hábitos. Al estar en este camino, no llevamos la cruz, sino un peso de pecado y culpa. 

¿Qué camino va a elegir? La Biblia dice: “Hay camino que al hombre le parece derecho, pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 14:12). Continuar por el camino del pecado y de los placeres mundanos nos lleva al infierno.  Tomar la cruz y continuar por el camino de Dios nos trae alegría y nos lleva al cielo.  Cristo cargó con su cruz y fue crucificado allí para abrirnos el camino glorioso. Así nos salva del pecado y del infierno. ¿Te entregarás a Cristo? ¿Caminarás por el camino de Su voluntad? ¿ Cargará su cruz?  Sólo así podrá entrar en la gloria con Cristo.

—Dallas Witmer

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